Una historia increíble de esperanza se hizo viral esta semana, cuando una madre luego de 32 años pudo reencontrarse con su amado hijo.
Un hombre que fue secuestrado cuando era niño se ha reunido finalmente con sus padres después de 32 años, poniendo fin a uno de los casos de secuestro más recordados de China.
Mao Yin tenía solo dos años cuando desapareció en Xian, la capital de la provincia de Shaanxi, en 1988 y fue vendido a otra familia que lo crio como su propio hijo.
Un hombre que fue secuestrado cuando era niño se ha reunido finalmente con sus padres después de 32 años, poniendo fin a uno de los casos de secuestro más recordados de China.
Mao Yin tenía solo dos años cuando desapareció en Xian, la capital de la provincia de Shaanxi, en 1988 y fue vendido a otra familia que lo crio como su propio hijo.
Mao, que fue rebautizado como Gu Ningning por sus padres adoptivos, se reunió con su madre y su padre biológicos - Li Jingzhi y Mao Zhenjing - el lunes en una conferencia de prensa organizada por la policía y transmitida en directo por la emisora estatal china CCTV.
Mao, que ahora dirige un negocio de decoración para el hogar, fue localizado a principios de mayo por la policía de Xian que utilizó la tecnología de reconocimiento facial para analizar viejas fotos de niño. Su identidad fue confirmada más tarde mediante pruebas de ADN.
Mao, que ahora dirige un negocio de decoración para el hogar, fue localizado a principios de mayo por la policía de Xian que utilizó la tecnología de reconocimiento facial para analizar viejas fotos de niño. Su identidad fue confirmada más tarde mediante pruebas de ADN.
Cuando la policía informó a Li en el Día de la Madre que su hijo había sido encontrado, ella lloró y dijo: "Este es el mejor regalo que he recibido por el Día de la Madre", según el informe de la CCTV.
En la conferencia de prensa, la pareja rompió en lágrimas mientras abrazaban a su hijo. Abrazando las manos de su hijo, Li dijo: "No quiero que me separen nunca más de él", y el hijo respondió que pronto vendría a vivir con sus padres biológicos.
Su desaparición se produjo en 1988 cerca del Hotel Jinling en Xian después de que su padre lo dejara solo por unos minutos cuando fue a buscar agua. Desde ese momento nunca más supieron de su pequeño hijo hasta ahora.
Sus padres pasaron los siguientes 32 años buscándolo por todo el país y Li distribuyó más de 100.000 folletos de niños desaparecidos.
Desde 1999, Li ha aparecido en numerosos programas de televisión en China para concienciar sobre los miles de niños desaparecidos en todo el país, y dijo que esperaba que su propio hijo pudiera ver algún día uno de los programas.
En 2007, Li se convirtió en voluntaria de una importante plataforma no gubernamental, "Baby Come Home", que rastrea a los niños secuestrados y ha ayudado a más de 20 familias a encontrar a sus hijos desaparecidos.
"Porque en ese momento había estado buscando a mi hijo durante más de dos décadas, sabía lo difícil que podía ser. También me preguntaba si alguien podría dar la misma ayuda a mi hijo para encontrar a su familia", dijo Li al South China Morning Post en enero.
Durante su larga búsqueda, siguió 300 posibles pistas para ver si eran su hijo desaparecido, pero en cada caso no se encontró ninguna coincidencia.
La policía dijo que el mes pasado descubrieron que su hijo había sido vendido a una pareja sin hijos por 6.000 yuanes (845 dólares de los EE.UU. al cambio de hoy).
No se ha dado más información sobre sus padres adoptivos y el secuestro sigue siendo objeto de investigación.
Sin embargo, CCTV informó que el niño creció en la provincia vecina de Sichuan y fue a la universidad antes de establecer un negocio de diseño de interiores.
En 2009 el Ministerio de Seguridad Pública de China creó una base de datos de ADN para luchar contra la trata de personas en China. Según los funcionarios, desde entonces se han encontrado más de 6.300 niños desaparecidos a través de la base de datos.
Luego, en 2016, el ministerio lanzó "Reunión", un sistema de rastreo en línea, y que ayudó a encontrar 4.385 de los 4.467 niños reportados como desaparecidos, según Gong Zhiyong, subdirector de la Oficina de Investigación Criminal del Ministerio de Seguridad Pública.
La lucha de esta madre por encontrar a su hijo y a los hijos de otros que como ella también fueron secuestrados es el mejor ejemplo del verdadero amor y aunque pasaron décadas consiguió su tan anhelado reencuentro.
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