Una biorrefinería esencialmente toma material orgánico y lo convierte en productos útiles.
Ahora, la primera instalación de Europa utilizará tanto microalgas como macroalgas para crear una variedad de productos, desde complementos alimenticios hasta fertilizantes y combustible para aviones.
La industria de la aviación mundial es responsable de más del 2 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono producidas por el hombre. Para hacer mella en esa estadística, los científicos han estado buscando activamente combustibles de aviación rentables y ecológicos derivados de los recursos naturales.
En los últimos años, las microalgas han demostrado ser candidatas ideales para ese propósito debido a su impresionante potencial para la producción eficiente de biocombustibles sostenibles. Ahora, una nueva instalación en Europa finalmente podría ayudar a que las cosas funcionen a una escala mayor que nunca.
El primer biocombustible en el cielo
La instalación, ubicada en Estambul, es conocida como la primera biorrefinería con emisiones de carbono negativas de Europa. Su propósito es usar algas para hacer una variedad de productos sostenibles para múltiples sectores en Turquía, con un enfoque en biocombustibles para el sector de la aviación.
Ventajas de la biorrefinería de algas
Las principales ventajas de una biorrefinería de algas incluyen:
- Aprovechamiento de rechazos industriales como insumos ( CO 2 , rechazos de aguas residuales y plantas desaladoras)
- Amplia cesta de productos con productos energéticos (biodiésel, metano, etanol e hidrógeno) y no energéticos (nutracéuticos, fertilizantes, alimentación animal y otros productos químicos a granel).
- No competir con la producción de alimentos (tierra no cultivable y sin requisitos de agua dulce)
- Mejor rendimiento de crecimiento y contenido de lípidos que los cultivos.
Financiado en gran parte por la Unión Europea, el Ministerio de Industria y Tecnología de Turquía, el proyecto tiene como objetivo proporcionar una alternativa de combustible sostenible que ayudaría a alejar al sector energético de los combustibles fósiles.
La biorrefinería está ubicada en el campus de la Universidad de Bogazici, cerca del Mar Negro, donde tiene lugar todo el cultivo de algas. La instalación de 2500 metros cuadrados puede procesar alrededor de 1200 toneladas de masa de algas húmedas por año.
Actualmente, la biorrefinería aún se encuentra en sus primeras etapas de producción de biocombustible para aviones, que se puede mezclar del 1 al 10 por ciento con combustible para aviones estándar, informa euronews.
Se espera que el primer lote de biocombustible que llegue a los cielos se utilice en un vuelo nacional con Turkish Airlines a finales de año.
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