Desde el comienzo de la pandemia, los respiradores N95 se han promocionado como las mejores máscaras faciales sin embargo muchas personas no pueden acceder a ellas.
Uno de los principales puntos fuertes de estas máscaras es que cuentan con un filtro electrocargado que atrae y retiene los virus, evitando su paso. Pero si bien brindan la mejor protección, las máscaras N95 son bastante caras en comparación con otros tipos.
En un intento por encontrar una alternativa más barata y por tanto accesible a la economía de las personas, un físico ha descubierto recientemente una forma ingeniosa, aunque poco convencional, de producir este equipo de protección individual tan solicitado: utilizando una máquina de algodón de azúcar.
Desarrollada por Mahesh Bandi, un científico del Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa en Japón, la nueva técnica consiste en calentar plásticos desechados como botellas o bolsas de la compra y luego colocarlos en una máquina de algodón de azúcar común. Luego, la máquina giratoria produce un material de tejido apretado que es similar al algodón de azúcar, que también es electrocargado por el hilado.
Bandi luego integró estos tejidos cargados en máscaras que él mismo diseñó usando una impresora 3D. Después de pruebas rigurosas, incluidas inspecciones microscópicas y comparaciones con filtros N95, el físico descubrió que los filtros eran tan efectivos como los respiradores estándar tipo N95 y KN95 para prevenir la inhalación de virus SARS-CoV-2.
Si bien el científico no planea producir en masa estas máscaras por sí mismo, el procedimiento se ha publicado en detalle en un artículo de investigación para permitir que otros lo hagan y así poder llegar a todas las personas posibles de los diferentes países alrededor del mundo.
Para conocer el procedimiento en detalle puede dar clic aquí
Esperamos que esta nueva tecnología sea adoptada por muchos países porque la realidad nos indica que el virus no tendrá cura en un mediano plazo y cada uno de nosotros tenemos que adoptar un nuevo estilo de vida siguiendo los protocolos sanitarios donde el uso de las máscaras son prioritarias e indispensables para preservar la salud de todos.
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