Muchas historias de amor suelen ser parte de una ficción, sin embargo, la siguiente historia es real y nos da una gran lección de vida.
Cada día que el nuevo coronavirus sigue siendo un problema de salud importante, los residentes de los centros de vida asistida no tienen mucho contacto humano. Afortunadamente, Shirley Kleiman, de 92 años, de Canadá, todavía recibe visitas diarias de su esposo durante 70 años; aunque sea solo a través de una ventana.
Sam y Shirley han pasado por muchas cosas en el transcurso de su matrimonio, ¡y lo único que se ha mantenido constante es su amor mutuo! Si bien sus interacciones pueden no ser ideales en este momento, Sam dijo que han pasado por situaciones peores. Además, ¡todavía se siente tan cerca de ella como siempre!
Los enamorados han estado viviendo separados durante los últimos tres años, por lo que el devoto esposo se ha asegurado de visitar a su esposa todos los días desde entonces. Antes de que se establecieran las restricciones, a menudo llevaba a Shirley a dar un paseo o simplemente se sentaba y hablaba con ella.
No pueden ir a pasear en este momento, pero todavía hablan todo el tiempo. Sam se acerca y se sienta en una silla afuera de una de las ventanas del centro, mientras Shirley se queda al otro lado. Luego se lanzan besos y se declaran su amor.
"No estoy separado por ese cristal", dijo Sam a CBC. “Nos conectamos y [la pandemia] es solo una situación con la que estamos lidiando, eso es todo. Podemos estar separados porque no podemos estar físicamente cerca el uno del otro, pero estamos unidos".
¡Claramente, estos dos comparten una conexión profunda! Sam le da crédito a su esposa por ayudarlo a superar cosas mucho más difíciles que la pandemia, como perder a dos de sus hijos. "Ella me ayudó a superar todo eso, y nos apoyamos el uno en el otro", explicó. "Nosotros siempre nos tenemos."
Los miembros del personal del centro de vida asistida se han inspirado en lo fuerte que es su relación después de todo este tiempo. Sam dijo que el secreto de un matrimonio tan exitoso es simple.
"Ambos tienen que estar completamente comprometidos", dijo. "Y si es así, y confían el uno en el otro, entonces no hay problemas realmente importantes que no se puedan resolver". Su otro secreto es siempre decir: "Sí, querida".
De todos los gestos y promesas que las personas se hacen entre sí, su determinación de permanecer unidas, incluso durante una pandemia, se encuentra entre las demostraciones de amor más románticas.
Son tiempos difíciles y muchas personas están sacando su lado más egoísta; sin embargo, Sam y Shirley nos dan la mejor prueba de que el verdadero amor existe y por esa razón, si te gusto su ejemplar historia compártela con tus amigos.
Publicar un comentario