Gracias a la acción solidaria de los jóvenes, la abuelita pudo ser rescatada cuando se encontraba en medio del agua.
El acto solidario se dio cuando Maria Ladi Rodrigues, de 77 años, regresaba a su casa y debido a las fuertes lluvias en la ciudad de São Paulo en Brasil, se quedó varada ante un eminente riesgo de su seguridad.
Su auto quedó detenido en una de las calles de la capital paulista. Ante esta situación, la abuelita empezó a sentirse muy asustada y no sabía qué hacer.
“Pensé lo peor: ahora me voy. Miré hacia adelante y no vi a nadie. Dije: ¿quién me va a ayudar?”, recuerda Ladi, como se la conoce entre familiares y amigos.
Pero todo cambio cuando en poco tiempo tres repartidores conocidos como motoboys que se encontraban en una cafetería a pocos metros, se acercaron al vehículo detenido en la calle.
“Llegaron, me tranquilizaron y uno de ellos me dijo: te vas a subir a mi espalda. Otro me seguía reteniendo”, relato.
Tras ser llevada a la cafetería, la jubilada sintió gracia de la situación.“Creí que no me iban a poder sujetar, así que me reí después, cuando estuve tranquila y no me arriesgué más”.
La escena del rescate fue grabada por Ana Letícia Arruda, quien vive en un departamento cercano, y luego compartida en las redes sociales. No paso mucho tiempo para que el video se vuelva viral y muchos elogiaron la acción de los hombres que ayudaron a Ladi.
“Decidí registrar el momento en que vi a los motoboys entrar al agua para ayudar. Hoy en día nos sorprendemos cuando vemos un altruismo de este nivel, lamentablemente”, dijo Ana Letícia a BBC News Brasil.
“Quizás si le da más protagonismo (a la ayuda de los motoboys) y visibilidad, el video puede inspirar a la gente a hacer más por los demás”, añadió.
La también abogada dijo que la región siempre se inunda cuando llueve mucho. Hay reportes de otros autos que también quedaron varados en la misma zona en periodos anteriores.
Las inundaciones como la que experimentó Ladi en São Paulo son cada vez más comunes en todo el país.
Cuando los motoboys la dejaron en la cafetería, ella quiso darles una retribución monetaria. “Pero no lo aceptaron para nada. Fueron sensacionales”, dijo a la BBC.
Los tres jóvenes también empujaron su auto hacia un área donde no había inundaciones. El vehículo quedo inservible.
Tras el susto, Ladi prefiere ver la situación con buen humor. Los motoboys y otras personas la ayudaron, principalmente por su cabello blanco. "Toda la cuadra (desde el lugar de la inundación) me recibió muy bien", dijo. “Nunca imaginé que sería así. Pensaban que yo era así, una viejita, y estaban preocupados por mí”, declaro.
“Toda la gente vino a decir: ¿necesitas algo? Me apoyaron mucho”, finalizó.
La jubilada no sufrió ningún tipo de herida. Ella no sabe los nombres de los hombres que la ayudaron a salir del coche, pero tiene una certeza: dice que ellos fueron sus "ángeles de la guarda" en ese momento.
Una buena acción puede hacer la diferencia entre la angustia y la tranquilidad e inclusive entre la vida y la muerte.
Comparte esta ejemplar historia para incentivar la empatía y solidaridad entre todos, especialmente con los más necesitados.
Publicar un comentario